Carrizo Springs, Texas - A Carrizo Springs doctor with multiple offices throughout the Southwest Texas border area and his office manager face federal charges in connection with alleged illegal drug distribution, Health Care Fraud, and aggravated identity theft scheme, announced U.S. Attorney John F. Bash; Drug Enforcement Administration (DEA) Special Agent in Charge Will Glaspy, Houston Division; and, Texas Attorney General Ken Paxton.
A 20-count federal grand jury indictment--returned on Wednesday in Del Rio and unsealed today by U.S. District Judge Alia Moses--charges Dr. Alfonso Luevano, age 50, with one count of conspiracy to distribute a controlled substance, ten substantive counts of distribution of a controlled substance, one count of conspiracy to commit Health Care Fraud, five substantive counts of Health Care Fraud, and three counts of aggravated identity theft. Ofelia Martinez, a 50-year-old employee of Dr. Luevano and resident of Carrizo Springs, is charged in both conspiracy counts, the five Health Care Fraud counts, and the three aggravated identity theft counts.
As alleged in the indictment, Dr. Luevano regularly provided prescriptions for scheduled controlled substances – including Hydrocodone, Oxycodone, and fentanyl – to patients outside the bounds of accepted medical practice and for no legitimate medical purpose. Dr. Luevano is alleged to have provided these prescriptions after short or perfunctory office visits, and to have issued them without performing the examination necessary to justify the prescription of an opioid pain medication.
The indictment also alleges that Dr. Luevano allowed and instructed nurse practitioners and physician assistants in his employ to provide Schedule II controlled substance prescriptions by pre-signing triplicate prescription forms and leaving them at his various offices to be filled out by his staff. Ms. Moreno is alleged to have assisted in this practice by transporting the pre-signed prescriptions to the offices and instructing the staff on how to fill them out.
Dr. Luevano is also alleged to have committed Health Care Fraud by billing Texas Medicaid for the illegal office visits performed by his medical staff, and by listing himself as the providing practitioner for appointments where he never saw the patient whatsoever. It is also alleged that he defrauded Medicaid on multiple instances by misstating the length of time spent with a patient, as well as the nature of the patient’s diagnosis. Ms. Moreno is alleged to have personally entered and submitted the fraudulent bills for the entire practice, and instructed medical staff to close medical records files in a certain manner so as to conceal their involvement in an appointment.
Federal authorities arrested both defendants Thursday without incident. Both defendants had their initial appearances in federal court in Del Rio on Friday. U.S. Magistrate Judge Victor Garcia released the defendants on $50,000 unsecured bonds pending trial.
“A doctor who prescribes opioids without just cause is no different than a street corner drug dealer distributing narcotics,” stated DEA Special Agent in Charge Glaspy. “DEA will always pursue these ‘drug dealers in white coats’ who are fueling, our ongoing opioid crisis.”
Upon conviction, the defendants face up to 20 years in federal prison on the counts related to the distribution of controlled substances and aggravated identity theft, as well as up to ten years in federal prison on the Health Care Fraud counts.
This indictment resulted from a continuing joint investigation by the DEA Prescription Drug Diversion Task Force, DEA Del Rio, and the Texas Attorney General Medicaid Fraud Control Unit. Assistant U.S. Attorneys Justin Chung and Paul Harle are prosecuting this case on behalf of the Government.
It is important to note that an indictment is merely a charge and should not be considered as evidence of guilt. The defendants are presumed innocent until proven guilty in a court of law.
DEA: médico de Carrizo Springs, empleado arrestados por drogas, fraude a la atención médica
Carrizo Springs, TX - Un médico de Carrizo Springs con múltiples oficinas en todo el área fronteriza del suroeste de Texas y su gerente de oficina enfrentan cargos federales relacionados con la presunta distribución de drogas ilegales, fraude a la atención médica y un esquema de robo de identidad agravado, anunció el abogado de los Estados Unidos John F. Bash; El Agente Especial a Cargo de la Administración de Control de Drogas (DEA) Will Glaspy, División de Houston; y, el Procurador General de Texas Ken Paxton.
Una acusación formal ante un gran jurado federal de 20 cargos, devuelta el miércoles en Del Río y revelada hoy por la jueza federal de distrito Alia Moses, acusa al Dr. Alfonso Luevano, de 50 años, de un cargo de conspiración para distribuir una sustancia controlada, diez cargos sustantivos de la distribución de una sustancia controlada, un cargo de conspiración para cometer fraude en la atención médica, cinco cargos sustantivos de fraude en la atención médica y tres cargos de robo de identidad agravado. Ofelia Martínez, una empleada de 50 años del Dr. Luevano y residente de Carrizo Springs, está acusada de ambos cargos de conspiración, los cinco cargos de fraude de atención médica y los tres cargos de robo de identidad agravado.
Como se afirma en la acusación, el Dr. Luevano proporcionó regularmente recetas para sustancias controladas programadas, como hidrocodona, oxicodona y fentanilo, a pacientes fuera de los límites de la práctica médica aceptada y sin ningún propósito médico legítimo. Se afirma que el Dr. Luevano proporcionó estas recetas después de visitas breves o superficiales al consultorio, y que las emitió sin realizar el examen necesario para justificar la receta de un medicamento opioide para el dolor.
La acusación también alega que el Dr. Luevano permitió e instruyó a las enfermeras practicantes y asistentes médicos en su empleo para proporcionar recetas de sustancias controladas de la Lista II mediante la firma previa de los formularios de prescripción por triplicado y dejarlos en sus diferentes oficinas para que los complete su personal. Se alega que la Sra. Moreno ha ayudado en esta práctica transportando las recetas pretratadas a las oficinas e instruyendo al personal sobre cómo completarlas.
También se alega que el Dr. Luevano ha cometido fraude en la atención médica al facturar a Texas Medicaid por las visitas ilegales al consultorio realizadas por su personal médico, y al incluirse como el médico que proporciona las citas donde nunca vio al paciente. También se alega que defraudó a Medicaid en múltiples casos al declarar erróneamente la cantidad de tiempo que pasaba con un paciente, así como la naturaleza del diagnóstico del paciente. Se afirma que la Sra. Moreno ingresó personalmente y presentó las facturas fraudulentas de toda la práctica, e instruyó al personal médico para que cerrara los archivos de los registros médicos de cierta manera a fin de ocultar su participación en una cita.
Las autoridades federales arrestaron a ambos acusados el jueves sin incidentes. Ambos acusados tuvieron su primera aparición en la corte federal de Del Rio el viernes. El juez magistrado de los Estados Unidos, Víctor García, liberó a los demandados con $ 50,000 de bonos no garantizados en espera de juicio.
"Un médico que prescribe opioides sin una causa justa no es diferente de un narcotraficante que distribuye narcóticos en la esquina", declaró el Agente Especial de la DEA a cargo de Glaspy. "La DEA siempre perseguirá a estos" traficantes de drogas con batas blancas "que están alimentando nuestra actual crisis de opioides".
Tras la condena, los acusados enfrentan hasta 20 años en una prisión federal por los cargos relacionados con la distribución de sustancias controladas y el robo de identidad con agravantes, así como hasta diez años en una prisión federal por los cargos de fraude en la atención médica.
Esta acusación fue resultado de una investigación conjunta continua por parte de la Fuerza de Tareas de Desvío de Medicamentos Recetados de la DEA, DEA Del Rio y la Unidad de Control de Fraude de Medicaid del Fiscal General de Texas. Los abogados adjuntos de los Estados Unidos Justin Chung y Paul Harle están procesando este caso en nombre del Gobierno.
Es importante tener en cuenta que una acusación es simplemente un cargo y no debe considerarse como prueba de culpabilidad. Los acusados se consideran inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal de justicia.